Para una obra de teatro que va a presentarse en Jujuy, me pidieron un texto introductorio.
Que hablara de la elección de la Reina de los estudiantes, una celebración tradicional en la que siempre se elige a una chica blanca de familia aristocrática. Que también hablara de los Blaquier, el ingenio Ledesma, su pasado nefasto y Jujuy,de modo localista.
Este es el resultado.
Bendita yo, que en la carroza de mis días, soy blanca, nieve y cocaína.
Reina elegida de un oasis quebrado,
Soy la cumbre congelada
de este infierno terracota y macramé.
Yo, la débil esperanza occidental.
¡La reina de los estudiantes!
En tierras de Pachamama, soy la Blanca Madonna,
La perfecta pupila, la hija sumisa,
La sumisa hija de.
Devotos aprendices de San Luis María y Blaquier,
Estudiantes en llamas
¡escuchad la voz de su reina!
¡La reina de los estudiantes!
Sed cándidos feligreses del azúcar,
sed ese bolígrafo que derrame en el papel
la sangre azul de sus dueños,
la tinta invisible de sus desaparecidos,
el verde putrefacto de las dádivas que llegan
desde Rivadavia.
Y vosotras, pupilas, estudiantes mujeres,
Dejad que sus pestañas se abran,
al dorado sol de su hombre.
Que siempre la otra mejilla
resista el embate viril de la buena educación.
Sed, como yo,
Hermosa María de intacto intelecto,
Masa curvilínea y acrítica,
Aprendiz de apariencias
En colegios de alcurnia.
Las sumisas hijas de.
Seamos las flores de esta primavera
las correctas, prudentes y castas,
flores de la primavera jujeña
las coloridas flores que crezcan
sobre la tinta invisible
de esta nación.
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