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En el velorio, el periodista repitió la pregunta. Desganada, repetí la respuesta.
- Pensamos que era una luz al final del túnel, pero la luz se acercaba. Gladys corrió, le juro que corrió... el tren no se detuvo. Yo rescaté mi pierna: la semana próxima me operan. Gladys quedó triturada.
La palabra "triturada" me hizo reír, el viudo de Gladys me llevó a la vereda, a que tomara aire.